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Cómo el TDAH Afecta el Cerebro y las Funciones Ejecutivas

19 de octubre, 2025


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El TDAH suele malinterpretarse como pereza o falta de esfuerzo. En realidad, es una diferencia del neurodesarrollo que altera la forma en que varios sistemas cerebrales coordinan la atención, la motivación, las emociones y la acción. Estas diferencias se notan especialmente en las funciones ejecutivas: las habilidades mentales que usamos para planificar, iniciar y terminar tareas; regular las emociones; y manejar el tiempo y las prioridades.


A continuación explico, de manera clara, qué partes del cerebro y qué sustancias químicas intervienen, cómo se relacionan con las funciones ejecutivas y qué significa eso en la vida cotidiana.


Regiones y sistemas cerebrales implicados


Corteza prefrontal (CPF) — el “centro de control”

La CPF ayuda a planificar, mantener información en mente, tomar decisiones y frenar impulsos. En el TDAH, la CPF suele mostrar una activación más baja o inconsistente cuando se requieren esfuerzos mentales sostenidos. Eso dificulta reclutar el “freno y planificador”, por lo que organizarse, comenzar tareas y seguirlas hasta el final requiere mucho esfuerzo. (Arnsten, 2009)


Ganglios basales — regulación de movimiento y motivación

Los ganglios basales facilitan la comunicación entre regiones emocionales y la CPF y participan en iniciar acciones. Si la comunicación entre ganglios basales y CPF es menos eficiente, puede costar empezar o mantener tareas, incluso cuando hay voluntad.


Red de modo predeterminado (RMP / DMN)

La RMP se activa cuando la mente divaga. En el TDAH, la RMP puede permanecer activa durante tareas que requieren atención, generando ruido interno que compite con las redes enfocadas. Por eso se puede perder el hilo de una tarea o soñar despierto en momentos importantes.


Sistema límbico — emoción y recompensa

Estructuras como la amígdala regulan la emoción y la memoria. En muchas personas con TDAH, estas regiones son más reactivas, lo que contribuye a la intensidad emocional y la sensibilidad a la crítica (a veces llamada disforia por sensibilidad al rechazo).


Neuroquímica — dopamina y noradrenalina


La dopamina y la noradrenalina ayudan al cerebro a mantener alerta, enfocarse y responder a las recompensas. En el TDAH, estos sistemas suelen funcionar de forma menos constante, por lo que el cerebro recibe menos señales de “recompensa” con las tareas rutinarias. Por eso las tareas aburridas se hacen más difíciles de empezar, mientras que las que provocan emoción pueden generar una concentración intensa (hiperfoco). Revisiones recientes avalan la implicación de la dopamina y la noradrenalina en el TDAH. (Macdonald, 2024) (Parlatini, 2024)


Cómo se traducen estas diferencias a las funciones ejecutivas


Estas diferencias producen dificultades en áreas como:


  • Memoria de trabajo: sostener y manipular información (por ejemplo, instrucciones largas).

  • Control inhibitorio: frenar impulsos antes de actuar o hablar.

  • Inicio de tareas: poner en marcha tareas sin urgencia externa.

  • Planificación y organización: dividir objetivos grandes en pasos manejables.

  • Gestión del tiempo: estimar duración y priorizar tareas.

  • Regulación emocional: manejar reacciones intensas y sensibilidad a la crítica; la investigación muestra mayor disregulación emocional en adultos con TDAH. (Beheshti, 2020)


Una revisión de 2024 sobre las funciones ejecutivas en el TDAH resume que memoria de trabajo, inhibición y flexibilidad cognitiva son dominios comúnmente afectados, conectando la neurobiología con la experiencia cotidiana (Kofler, 2024).


¿Qué significa para ti?


Cambiar la narrativa de “¿qué está mal conmigo/contigo?” a “¿cómo funciona mi/tu cerebro y qué lo apoya mejor?” abre un camino compasivo y práctico. Podemos crear entornos, rutinas y estrategias que compensen las funciones ejecutivas en vez de culpar a la persona.


Apoyos prácticos basados en evidencia:

  • Ayudas externas de memoria (calendarios, checklists, temporizadores)

  • Dividir tareas en pasos muy pequeños para reducir la barrera de inicio

  • Ajustes ambientales (espacios tranquilos, minimizar distracciones) para reducir la interferencia de la RMP

  • Medicación cuando corresponde (estimulantes/no estimulantes) para mejorar la señalización de dopamina/noradrenalina y la coordinación de redes — por lo general combinada con terapia y coaching. Las investigaciones muestran que los estimulantes pueden mejorar la coordinación de redes cerebrales relacionadas con la tarea. (Parlatini, 2024)


Como persona que vive con TDAH, no fue hasta que aprendí sobre cómo afecta mis funciones ejecutivas que todo comenzó a tener sentido. Pude darle nombre a mis experiencias y entender mi cerebro de una forma más compasiva.


Aprender sobre mi cerebro me permitió dejar la culpa y comenzar a probar diferentes sistemas y apoyos. Algunos funcionaron, otros no, y aún sigo ajustando. Pero una vez que encuentras lo que te sirve y te das gracia, comienzas a ver tu cerebro con más amor y comprensión.


Y lo más bonito: la vergüenza empieza a desaparecer. Ya no te ves como alguien “demasiado” o “no suficiente,” sino como alguien con un cerebro que simplemente ve y siente el mundo de una manera diferente.


Referencias


Arnsten AFT. The Emerging Neurobiology of Attention Deficit ... PMC (2009).


MacDonald HJ, et al. The dopamine hypothesis for ADHD: An evaluation (2024). PMC.


Parlatini V., et al. From neurons to brain networks, pharmacodynamics of stimulants... (2024).


Beheshti A., et al. Emotion dysregulation in adults with ADHD: A meta-analysis (BMC Psychiatry, 2020).


Kofler MJ., et al. Executive function deficits in attention-deficit/hyperactivity... (2024). PMC.


 
 
 

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